lunes, 29 de noviembre de 2010

Aprender a Educar.

Un día visitando un cole vi a una niña de seis años concentradísima dibujando. Le pregunté: "¿Qué dibujas?". Y me contestó: "La cara de Dios". 

¡. ..! 

"Nadie sabe cómo es", observé. "Mejor - dijo ella sin dejar de dibujar-,ahora lo sabrán". 

Todo niño es un artista. 

Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse... Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él. 

Los niños también se equivocan. 

Si compara el dibujo de esa niña con la Capilla Sixtina, desde luego que sí, pero si la deja dibujar a Dios a su manera, esa niña seguirá intentándolo. El único error en un colegio es penalizar el riesgo creativo. 

Los exámenes hacen exactamente eso.

No estoy en contra de los exámenes, pero sí de convertirlos en el centro del sistema educativo y a las notas en su única finalidad. La niña que dibujaba nos dio una lección: si no estás preparado para equivocarte, nunca acertarás, sólo copiarás. No serás original. 

¿Se puede medir la inteligencia? 

La pregunta no es cuánta inteligencia, sino qué clase de inteligencia tienes. La educación debería ayudarnos a todos a encontrar la nuestra y no limitarse a encauzarnos hacia el mismo tipo de talento. 

¿Cuál es ese tipo de talento? 

Nuestro sistema educativo fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrialización: talento sólo para ser mano de obra disciplinada con preparación técnica jerarquizada en distintos grados y funcionarios para servir al Estado moderno. 

La mano de obra aún es necesaria. 

¡Pero la industrialización ya no existe! Estamos en otro modo de producción con otros requerimientos, otras jerarquías. Ya no necesitamos millones de obreros y técnicos con idénticas aptitudes, pero nuestro sistema los sigue formando. Así aumenta el paro. 

Pero se nos repite: ¡innovación! 

La piden los mismos que la penalizan en sus organizaciones, universidades y colegios. Hemos estigmatizado el riesgo y el error y, en cambio, incentivamos la pasividad, el conformismo y la repetición 

No hay nada más pasivo que una clase. 

¿Es usted profesor, verdad? Las clases son pasivas porque los incentivos para estar calladito y tomar apuntes que repetirá son mayores que los de arriesgarse a participar y tal vez meter la pata. Así que, tras 20 años de educación en cinco niveles que consisten en formarnos para unas fábricas y oficinas que ya no existen, nadie es innovador. 

¿Cuáles son las consecuencias? 

Que la mayoría de los ciudadanos malgastan su vida haciendo cosas que no les interesan realmente, pero que creen que deben hacer para ser productivos y aceptados. Sólo una pequeña minoría es feliz con su trabajo, y suelen ser quienes desafiaron la imposición de mediocridad del sistema. 

Tipos con suerte... 

Son quienes se negaron a asumir el gran error anticreativo: creer que sólo unos pocos superdotados tienen talento. 

"Sé humilde: acepta que no te tocó". 

¡Falso! ¡Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qué. Esa debería ser la principal función de la educación. Hoy, en cambio, está enfocada a clonar estudiantes. Y debería hacer lo contrario: descubrir qué es único en cada uno de ellos. 

¿La creatividad no viene en los genes?

Es puro método. Se aprende a ser creativo como se aprende a leer. Se puede aprender creatividad incluso después de que el sistema nos la haya hecho desaprender. 

Por ejemplo... 

Soy de Liverpool y conozco el instituto donde recibieron clases de música mi amigo sir Paul McCartney y George Harrison... ¡Dios mío! ¡Ese profesor de música tenía en su clase al 50 por ciento de los Beatles! 

Y... 

Nada. Absolutamente nada. McCartney me ha explicado que el tipo les ponía un disco de música clásica y se iba a fumar al pasillo. 

A pesar del colegio, fueron genios. 

A Elvis Presley no lo admitieron en el club de canto de su cole porque "desafinaba". A mí, en cambio, un poliomielítico, me admitieron en el consejo del Royal Ballet...

Ahí, sir, acertaron de pleno. 

Allí conocí a alguien que había sido un fracaso escolar de ocho años. Incapaz de estar sentada oyendo una explicación. 

¿Una niña hiperactiva? 

Aún no se había inventado eso, pero ya se habían inventado los psicólogos, así que la llevaron a uno. Y era bueno: habló con ella a solas cinco minutos; le dejó la radio puesta y fue a buscar a la madre a la sala de espera; juntos espiaron lo que hacía la niña sola en el despacho y... ¡estaba bailando! 

Pensando con los pies. 

Es lo que le dijo el psicólogo a la madre y así empezó una carrera que llevó a esa niña, Gillian Lynne, al Royal Ballet; a fundar su compañía y a crear la coreografía de Cats o El fantasma de la ópera con Lloyd Webber. 

Si hubiera hecho caso a sus notas, hoy sería una frustrada. 

Sería cualquier cosa, pero mediocre. La educación debe enfocarse a que encontremos nuestro elemento: la zona donde convergen nuestras capacidades y deseos con la realidad. Cuando la alcanzas, la música del universo resuena en ti, una sensación a la que todos estamos llamados.

martes, 12 de octubre de 2010

pobreza 0



Leer transforma radicalmente nuestro cerebro

de: http://www.genciencia.com/psicologia/leer-transforma-radicalmente-nuestro-cerebro


Entre el cerebro de los habitantes de las sociedades ágrafas y nuestro cerebro hay una diferencia abismal.
Si bien compartimos el mismo cerebro que los seres humanos analfabetos de hace 40.000 años, desde que inventamos la lectura hemos empezado a conectar nuestras estructuras cerebrales de formas distintas.
Por ejemplo, los cerebros de nuestros antepasados egipcios y sumerios debieron de ser distintos a los nuestros, como refleja un trabajo pionero de Charles Perfetti y Li-Hai Tan. En él se sugiere que todos los sistemas de escritura usan muchas conexiones estructurales parecidas, pero algunas exclusivas.
Un cerebro conectado para leer los jeroglíficos egipcios o los caracteres chinos activa algunas áreas jamás utilizadas para leer el alfabeto griego o inglés, y viceversa. La variedad de estas adaptaciones es una prueba reciente del potencial innato del cerebro para reorganizarse a fin de realizar nuevas funciones.
El especialista en lenguas clásicas Eric Havelock también sostiene que algunos alfabetos, como el griego, sin duda liberaron una capacidad sin precedentes en el cerebro humano a fin de crear pensamientos novedosos.
En sus estudios describen de qué manera la reordenación de los cálculos básicos que el cerebro realiza durante el aprendizaje de la lectura se convierte en la base neuronal de los nuevos pensamientos. En otras palabras, los nuevos circuitos y senderos que el cerebro crea para leer se convierten en los cimientos de la capacidad para pensar de maneras diferentes e innovadoras.
En otras palabras, la lectura ocasionó tanto una revolución cultural como neuronal. Las personas que aprendieron a leer y escribir, por tanto, desarrollaron cerebros que ampliaban su repertorio intelectual.Unas capacidades que no poseían las culturas orales o ágrafas. ¿Por ejemplo?
Con la creación de los antiguos símbolos de los sellos de cálculo aparecieron los primeros sistemas de contabilidad conocidos y, con ellos, nació la toma de decisiones reforzada que surge cuando se dispone de más y mejor información. Por lo tanto, parecería que los primeros símbolos conocidos (aparte de las pinturas rupestres) estaban al servicio de la economía y de los aspectos económicos. Con los primeros sistemas de escritura globales (la escritura cuneiforme sumeria y los jeroglíficos egipcios), la contabilidad sencilla se convirtió en una documentación sistemática, lo cual condujo a sistemas de organización y cifrado que, a su vez, facilitaron avances intelectuales significativos. Hacia el II milenio antes de nuestra era, las obras literarias acadias habían empezado a clasificar todo el mundo conocido, como prueban la enciclopedia Todas las cosas conocidas sobre el Universo, la obra maestra jurídica del Código de Hammurabi y diversos textos médicos notables. El mismo método científico tuvo sus orígenes en la capacidad cada vez mayor de nuestros antepasados para documentar, codificar y clasificar.

jueves, 7 de octubre de 2010

Pobladísimo país de mierda


Ya está, ya ha sucedido. El momento esperado se ha producido: a mi hijo, a punto de cumplir 10 años, le han dicho, por primera vez en toda su vida, «moro de mierda». Marcaremos la fecha en el calendario para conmemorarla cada año, porque indudablemente comienza una nueva etapa en su biografía, aquella en la que deberá ser consciente de sus rasgos distintivos y las consecuencias que conllevan. De entrada me pregunta si eso de «moro» es bueno o es malo y repite, como un atenuante de su gran delito, que él nació en Vic. Como todos los niños, no se ve ninguna diferencia. Me habría gustado presenciar el acontecimiento, como el primer contagio, el primer diente que se cae, el primer trazo para dibujar, aún sin sentido, su propio nombre. Pero no, a partir de una edad, a los hijos empiezan a pasarles cosas de las que las madres no seremos testigos de primera fila, sino que deberemos conformarnos con el relato que a posteriori hagan ellos, en el mejor de los casos.

Yo tengo la suerte de no recordar muy bien mi primera vez, porque las tres palabras se escurrieron entre muchas sin sentido que iba aprendiendo de la nueva lengua. Después, me recuerdo buscándolas en el diccionario para intentar averiguar por qué aquello que me decían como insulto era un insulto, qué quería decir si era tan negativo. Buscaba «moro», claro, que la mierda ya sabía lo que era, este país del que todos hemos formado parte en un momento u otro y al que nos envían cada dos por tres, tal y como apuntaba el amigo de una amiga en una conversación a pie de calle. Mi suerte tal vez fue la de crecer en una escuela donde todos éramos de mierda en un momento u otro: el moro, el charnego, el gitano e incluso el catalán. Intuyo que los años que vendrán serán los más difíciles, los de intentar que mi hijo siga creyendo que es tan de aquí como cualquier otro y que nadie le puede negar el derecho a sentir eso por mucho que le repitan que es de mierda.



























sábado, 25 de septiembre de 2010

Homenaje a Labordeta

Mataos, 
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna. 

Si vuestra rabia es fuego que devora al cielo 
y en vuestras almohadas crecen las pistolas: 
destruios, aniquilaos, ensangrentad 
con ojos desgarrados los acumulados cementerios 
que bajo la luna de tantas cosas callan, 
pero dejad tranquilo al campesino 
que cante en la mañana 
el azul nutritivo de los soles. 

Invadid con vuestro traqueteo 
los talleres, los navíos, las universidades, 
las oficinas espectrales donde tanta gente languidece, 
triturad toda rosa hallada; al noble pensativo, 
preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte 
que han de aplastar a las dulces muchachas paseantes, 
en esta misma hora que sonríe 
por una desconocida ciudad de provincias, 
pero dejad tranquilo al joven estudiante 
que lleva en su corazón un estímulo secreto. 

Inundad los periódicos, las radios, los cines, las tribunas 
de entelequias, estructuras incompatibles, 
pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo 
ríe con los amigos en aquel bar de la esquina. 

Asesinaos si así lo deseáis, 
exterminaos vosotros: los teorizantes de ambas cercas 
que jamás asiríais un fusil de bravura, 
pero dejad tranquilo a ese hombre tan bueno y tan vulgar 
que con su mujer pasea en los económicos atardeceres. 

Aplastaos, pero, vosotros, 
los inquisitoriales azuzadores de la matanza, 
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata, 
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa, 
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones 
preparáis la trituración de los sueños modestos 
bajo un hacha de martirios inútiles. 

Pisotead mi sepulcro también, 
os lo permito, si así lo deseáis inclusive y todo, 
aventad mis cenizas gratuitamente 
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos, 
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna, 
al campesino que nos suda la harina y el aceite, 
al joven estudiante con su llave de oro, 
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo, 
y al hombre gris que coge los tranvías 
con su gabán roído a las seis de la tarde. 

Esperan otra cosa. 
Los parieron sus madres para vivir con todos, 
y entre todos aspiran a vivir, tan sólo ésto, 
y de ellos ha de crecer, si surge, 
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil, 
hacia otras aventuras más hermosas. 

Este es el poema que Laborderta leyó en el Congreso como protesta por la decisión de participar en la guerra de Iraq

sábado, 4 de septiembre de 2010

Los niños como excusa

Hace un mes tuve la posibilidad de compartir con amigos grandes momentos de disfrutar de la naturaleza, de las conversaciones y de nuestros hijos.

Entre otras cosas uno de los temas compartidos fue cómo los padres tenemos la gran facilidad y la gran tentación de utilizar a nuestros hijos como excusa. Desde no seguir viviendo nuestras vidas independiente de las de nuestros hijos, es decir, luchar por lo que queremos, ver  a nuestros hijos, seguir practicando deporte, estudiar, vida de pareja, etc. hasta el no dotarles de la autonomía que tanto van a necesitar en un futuro.

Parece, por lo que veo, que ultimamente los padres estamos perdiendo un poquito el rumbo. Nuestros hijos NO SON NUESTROS, nuestros hijos tienen su personalidad, su vida y como tal, y como adultos maduros que debemos ser debemos gestionarla, según mi punto de vista, desde el amor que tenemos hacia ellos intentando que en un futuro sean independientes.

Por eso cuando veo a padres que no salen de su casa-barrio, cuando veo a padres que no facilitan que sus hijos hagan las cosas por sí mismos, cuando veo a padres que no hacen NADA que no sea en post de un falso bien para su hijo me da bastante pena.

También están los que ya tienen excusa para todo, hagas lo que hagas, digas lo que digas, siempre saldrá a relucir su hijo, que si no se puede hacer esto por que el niño-a tiene que comer, que si no se puede hacer lo otro por que el niño-a tiene que hacer caquita... por favor.... no utilicemos a los niños como excusa y hagamos de ellos unos futuros adultos maduros y afectivamente sanos. Logremos que aprendan a superar sus frustraciones desde pequeño, que cuando sean mayores no les va a valer llorar para conseguir todo.

lunes, 30 de agosto de 2010

La historia económica más triste jamás contada

de: http://www.economiafreak.com/2010/08/la-historia-economica-mas-triste-jamas.html



Parece que fue ayer cuando un piso de mala muerte en cualquier calle secundaria de un pueblo en peligro de extinción costaba 200.000 euros. Muchos fueron los pepitos que basados en la ignorancia de "en algo hay que meterse" y "alquilar es tirar el dinero", las frases más destructivas de la historia del país, se lanzaron a la feliz aventura de independizarse e intentar pegarse la vida padre. 

Con sueldos de no más de 1.200 euros sacaron hipotecas de 800 euros mensuales. Papá y mamá les echaba una mano para el aval y la otra para que no pasasen hambre a final de mes. La vida entonces era jauja y cualquier hijo de agricultor pensaba que podía convertirse en un prestigioso abogado sin ni siquiera estudiar Derecho. Muchos otros decidieron convertirse en "emprendedores", otro de los grandes fraudes a la sociedad. Se hacían un curso CEAC a distancia y sin tener ni puta idea te montaban una empresa de fontanería que solo facturaba en B. La mayor parte de los pisitos que compraron aquellos iluminados están hoy en poder del banco y los que no lo estarán pronto. No existía en España la inteligencia necesaria para entender que estábamos atravesando la mayor burbuja inmobiliaria (e incluso de crecimiento económico) de nuestra historia y que a su vez esta era el preludio de una crisis de dos pares de cojones.

Y llegó la crisis pero los borregos seguían sin enterarse. Entre un Solbes perversotirando de labia y un ZP entrenado para convertir en fumable lo infumable comenzaron a subir los precios y el desempleo y a bajar la bolsa y el consumo. No pasaba nada, hablaban de Estado del Bienestar, de subsidios para todos, de pensiones y de orgasmo económico. Y se lo creyeron.

Pasan los años y volvemos al presente. La mitad del país no sabe diferenciar la poesía de la lírica así que no pretendas que entiendan de economía. En los colegios e institutos se enseñan asignaturas como Proyecto Integrado, Educación para la ciudadanía y no se cuantas gilipolleces más, pero Economía es una optativa de modalidad desprestigiada que se cursa tan solo en bachillerato. Posiblemente nadie en su vida se encuentre con una situación en que tenga que diferenciar entre minerales para poder comer, pero sí abrirán una cuenta corriente, sacarán tarjetas de crédito, solicitarán préstamos e incluso tendrán planes de pensiones. Y todo esto con un conocimiento nulo de la materia. Es como si yo me voy a una farmacia, abro los cajones y decido diagnosticar y tratar las enfermedades de todos mis vecinos.Lamentable y vergonzoso.

Pero volvamos a la burbuja. El precio de la vivienda está bajando y dice un proverbio asiático que "nunca cojas un cuchillo cuando está cayendo". Nada, ni puto caso. La gente ya está como loca intentando sacar hipotecas de nuevo. Se creen iluminados al ver una rebaja del 30% en el precio de un zulo, pero ignoran que el precio sigue inflado en un 240%. Ignoran igualmente que los balances de los bancos están repletos de casas que sostienen ficticiamente sus resultados. Ignoran lo que es el FROB pero sí han oído hablar de los buenos resultados del fraudulento "test de estrés a la banca". Siguen siendo unos necios que pasan de leer la aburrida sección de economía de los periódicos, que no conocen a Marc Vidal ni a Santiago Niño Becerra y que creen que Intereconomía es un programa de fachas.

¿Y tu crees que este país tiene solución? Yo perdí la esperanza hace tiempo. Antes, cuando me sacaban el tema económico en un bar trataba de convencer con argumentos, pero ya he perdido el interés. Ahora me río, les digo que voy a cultivar un huerto y que todo lo que dicen Cuatro y El País es cierto. Que cada cual se labre su futuro a su forma. Sabedores de mucho, ignorantes de todo. Al final, emigraremos a Alemania como nuestros abuelos

viernes, 27 de agosto de 2010

Soy corredor...

Todos sabéis que me gusta correr.
Sabéis que necesito correr....
Que es un modo de vida....


Pero también sabéis que es algo secundario en mi vida, que antes está mi familia, mis hijos, mis amigos, mis estudios, mi trabajo.... claro que después de todo eso, sólo queda esforzarse para salir a correr... y ésto sigue siendo una metáfora de la vida, el que algo quiere, algo le cuesta.... y cuesta de verdad.


Cuando leo a estos runners que se programan los entrenamientos, que si series, que si x kilómetros a la semana, que si cuestas, que si.... me da una envidia del carajo, pero también es verdad que siento que debemos estar orgulloso de lo que tenemos y de lo que hacemos.


Mientras no nos dejemos llevar por la pereza. Que si tienes que levantarte a las 6 de la mañana a correr, que si no te sientas para ir a nadar un rato, que si duermes menos para estudiar,... sin perder calidad en las demás relaciones (hijos, mujer, amistad....) ahí esta el equilibrio.


Espero que me déis luz para poder afrontar la vida desde un punto de vista positivo Y DEPORTIVO...

lunes, 2 de agosto de 2010

SOMOS GILIPOLLAS

Que si el pulpo Paul...
Que si los toros en Cataluña...
Que si Bono y su mujer se enfandan...
Que si en verano hace calor (no jorobes...)...
Que si el ppsoe y sus animalicos no se ponen de acuerdo...

¿Pero de verdad no nos importan otras cosas? ¿de verdad no nos preocupa que nuestro vecino este pasándolo mal? ¿nos estamos idiotizando ante tanta noticia chorra? ¿para cuando noticias realmente importantes? ¿cuándo nos vamos a movilizar por el paro, el hambre, las injusticias,...?

El otro día hablando en el trabajo, lo que más le importaba a la gente era para cuándo tendrían posibilidades de comprarse un Q7, un X1, o similar... que cosas....

Ojala seamos capaces de recuperar algún día un espíritu crítico lo suficientemente amplio para profundizar en unos sentidos de la vida menos superficiales.

Menos mal que España ha ganado el Mundial. Que si no....

sábado, 3 de julio de 2010

¿Qué es la inteligencia?






Interesante punto de vista sobre la inteligencia extractado de la autobiografía del Dr. Isaac Asimov. Una persona con un coeficiente intelectual bastante superior a la media y probablemente el escritor de ciencia ficción más importante que ha dado la literatura.
Dice de Doctor en sus memorias:
Cuando estaba en el ejército realice una de esas pruebas de aptitud intelectual, esas que todos los soldados realizan. Mi puntuación fue de 160, es decir, 60 puntos por encima del normal. Nunca antes alguien había obtenido un resultado  así, y por esta razón durante dos horas hicieron un gran alboroto festejando mi logro (Esto no significo ninguna mejora para mi situación militar. Al día siguiente yo estaba en la cocina cumpliendo normalmente mi deber)."
Toda mi vida he registrado puntuaciones similares a la descripta, así que tengo la sensación interna de que soy muy inteligente. Sin embargo estos índices lo único que significan en realidad, es que soy muy bueno en contestar el tipo de preguntas académicas que se consideran dignas, y que fueron realizadas por las personas que "inventan" las pruebas de inteligencia  (¿personas con inclinaciones intelectuales similares a los mías?)
Una vez conocí a un mecánico de automóviles que de acuerdo a mi estimación no podría superar los 80 puntos en esas pruebas de inteligencia. Siempre di por sentado que era mucho más inteligente que el. Sin embargo, cuando algo funcionaba mal, lo miraba con ansiedad mientras exploraba las entrañas de mi automóvil y escuchaba sus declaraciones como si fueran oráculos divinos.
Pues bien, supongamos que mi mecánico de automóviles hubiese diseñado las preguntas para una prueba de inteligencia. O supongamos que un carpintero las formule, o un agricultor, o, de hecho, cualquiera que no fuese un académico. Seguramente no podría superarlas.
Si en este mundo yo no podría utilizar mi formación académica, mi talento verbal, y tendría que realizar tareas complicadas con mis manos, seguramente lo haría mal.
Mi inteligencia, entonces, no es absoluta, sino que es una función de la sociedad en que vivimos y el hecho de que una pequeña porción de la sociedad ha logrado imponer a los demás, cuales son las "normas" como un árbitro de esos asuntos.
Retomando el tema de mi mecánico, el tenía la costumbre de contarme chistes cada vez que me veía. Una vez levanto la cabeza de debajo del capó del automóvil para decirme: "Doc, un chico sordomudo  entró en una ferretería a pedir unos clavos. Puso dos dedos juntos sobre el mostrador y luego hizo un movimiento de martillar con la otra mano. El empleado le trajo un martillo. Sacudió la cabeza y señaló a los dos dedos que estaba martillando. El empleado le trajo los clavos. Escogió el tamaño que quería, y se fue. Bueno, doctor, el siguiente tipo que entró fue un ciego. Quería tijeras. ¿Cómo cree que le preguntó por ellas? "
Indulgentemente levante la mano derecha e hice un movimientos de tijeras los dos primeros dedos. Acto seguido mi mecánico se rió ruidosamente y dijo: "Él usó su voz y pidió por unas tijeras". Luego, con aire de suficiencia, dijo: "Durante todo el día me he burlado de mis clientes".  ¿Lo han acertado muchos? le pregunté. "Muy pocos", dijo, "pero estaba seguro de que Ud. caería en la trampa." ¿Por qué esa suposición? le pregunté. "Porque eres tan educado, doc, que sabía que no podría ser muy inteligente ".
Y tengo la incómoda sensación de que en su afirmación había algo de cierto...
Isaac Asimov (1920 -1992 )


domingo, 20 de junio de 2010

La verdadera polémica del balón Jabulani en el Mundial 2010 y la complicidad de los medios

de: http://intercambia.net/temas/index.php/fabrica-jabulani/




0.30 Céntimos de dólar por balón es lo que cobra un empleado en Pakistán por coser unJabulani, el balón que ha sido tremendamente criticado por su baja performance en este Mundial de Fútbol que se está celebrando. Y si de celebrar se trata “Jabulani” significa eso mismo, celebrar… pero ¿no se enteró la FIFA aún cómo los fabrican? Bueno, casi nadie lo sabe en occidente pues, en la TV no se hablan de esas cosas.

Balon Jabulani
Las grandes cadenas se han esforzado en señalar los fallos del Jabulani, en fin, se ha puesto el grito en el cielo porque el balón no rebota lo suficiente y es muy liviano, pero casi nadie habla del lado oscuro de esta historia, nadie habla del abuso al que son sometidos los trabajadores en Pakistán donde, incluso los niños, trabajan en las fábricas de balones por una mísera paga.
Luego que se publicara un informe sobre los alarmantes abusos laborales a los que son sometidos mujeres, hombres y niños en China y Pakistán (Missed the Goal for Workers) del Foro Internacional de los Derechos de los Trabajadores, la Campaña Ropa Limpia pide a la FIFA que tome una actitud responsable y no negligente de la triste situación de quienes cosen los balones de fútbol.
Hacer la vista gorda ante semejante problema es ser cómplice
  • En Pakistán, más de la mitad de los cosedores de balones de fútbol están en negro y perciben salarios inferiores al Salario mínimo (que por cierto, es bajísimo).
  • Se les contrata como trabajadores temporales para no tener que pagar la seguridad social ni los aportes para la jubilación.
  • Las mujeres y los niños trabajan a domicilio cosiendo balones por una paga indigna y si quedan embarazadas es frecuente que pierdan el trabajo.
  • Trabajan en jornadas de 21 horas al día y sin un día libre en todo el mes.
  • En algunas fábricas, no hay inodoros ni agua potable.
  • Hay tres fábricas identificadas que poseen niños trabajando a domicilio.
Este informe se presentó como resultado de una investigación realizada en Pakistán en base a encuestas anónimas efectuadas a los mismos trabajadores.
Si quieres unirte a la Campaña en Internet que organizó Ropa Limpia, clica en el siguiente enlace: ropalimpia.org
Esa carta será enviada a la FIFA y se espera recabar un buen número de personas que ayuden a que los dirigentes de la máxima jerarquía de este deporte “se enteren” de lo que está sucediendo en los países que ellos compran los balones y cuiden de respetar los derechos de los trabajadores.