jueves, 29 de abril de 2010

¿IGUALDAD?





Vivo en una localidad, muy cercana a Burgos y asisto, atónito, al dantesco espectáculo a costa de la TDT y no es a causa a la programación de los diferentes canales ¡qué más quisiera yo!
Me refiero a que en mi pueblo, como en muchos otros, a pesar de disponer de un repetidor, se ha decidido no dotarlo de la tecnología necesaria para que siga haciendo su función y podamos ver la televisión.
La solución que se nos ha ofrecido es que las personas interesadas solicitemos un equipo para poder recibir la señal vía satélite. Esta es la única solución que se nos ha ofrecido pero, para mi asombro, no es gratuíta y sólo es válida para un televisor. El cuadro-resumen que envío a continuación es resultado de la media después de haber consultado con nueve instaladores autorizados.

CIUDADANO CLASE “A”
CIUDADANO CLASE “B
CIUDADANO CLASE “C”
2ª TV
0 €
170 €
475 €
280 €

Ciudadano clase “A” vive en una localidad donde han decidido que el repetidor siga funcionando. Puede ver cuantas tv quieran sin más coste añadido que un receptor TDT por cada una.
Ciudadanos clase “B y C” son de una localidad, como la mía, donde además de no seguir funcionando el repetidor que ya teníamos, las personas deben pagar según estén empadronadas o no; además cada tv “extra” costaría 280 € cada una.
Y digo yo ¿No somos todos iguales ante la ley? ¿No pagamos los mismos impuestos? ¿Es esta la forma de luchar contra la despoblación rural? Quiero pensar que la Diputación será sensible a esta problemática.

Jesús Lorenzo de la fuente


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